19-Los ángeles del Tenkai
LOS ANGELES DEL TENKAI

Aquí se tratará de los mitos que representan estos tres personajes de la Saga del cielo.

TOUMA DE ICARO

 

En la mitología griega, Ícaro es hijo del arquitecto Dédalo, constructor del laberinto de Creta, y de una esclava. Fue encarcelado junto a él en una torre de Creta por el rey de la isla, Minos.

Dédalo consiguió escapar de su prisión, pero no podía abandonar la isla por mar, ya que el rey mantenía una estrecha vigilancia sobre todos los veleros, y no permitía que ninguno navegase sin ser cuidadosamente registrado. Dado que Minos, el rey, controlaba la tierra y el mar, Dédalo se puso a trabajar para fabricar alas para él y su joven hijo Ícaro. Enlazó plumas entre sí empezando por las más pequeñas y añadiendo otras cada vez más largas, para formar así una superficie mayor. Aseguró las más grandes con hilo y las más pequeñas con cera, y le dio al conjunto la suave curvatura de las alas de un pájaro. Ícaro, su hijo, observaba a su padre y a veces corría a recoger del suelo las plumas que el viento se había llevado, y tomando cera la trabajaba con sus dedos, entorpeciendo con sus juegos la labor de su padre. Cuando al fin terminó el trabajo, Dédalo batió sus alas y se halló subiendo y suspendido en el aire. Equipó entonces a su hijo de la misma manera, y le enseñó cómo volar. Cuando ambos estuvieron preparados para volar, Dédalo advirtió a Ícaro que no volase demasiado alto porque el calor del sol derretiría la cera, ni demasiado bajo porque la espuma del mar mojaría las alas y no podría volar. Entonces padre e hijo echaron a volar.

Pasaron Samaos, Delos y Lebintos, y entonces Icaro comenzó a ascender como si quisiese llegar al paraíso. El ardiente sol ablandó la cera que mantenía unidas las plumas y éstas se despegaron. Ícaro agitó sus brazos, pero no quedaban suficientes plumas para sostenerlo en el aire y cayó al mar. Su padre lloró y lamentando amargamente sus artes, llamó a la tierra cercana al lugar del mar en el que Ícaro había caído Icaria en su memoria. Dédalo llegó sano y salvo a Sicilia bajo el cuidado del rey Cócalo, donde construyó un templo a Apolo en el que colgó sus alas como ofrenda al dios.

ODISEO (ULISES)

 

Odiseo/Ulises es uno de los grandes héroes de la mitología griega.  Es unos de los protagonistas de la Ilíada y el personaje central de la Odis ea, ambas del escritor Homero. Su leyenda ha sufrido muchas modificaciones a lo largo de la historia. A continuación un resumen de su vida. 

Era  rey de Ítaca, una de las actuales islas Jónicas, situada frente a la costa occidental de Grecia . Hijo de Laertes y Anticlea en la Odisea, o en relatos posteriores, de  Sísifo y Anticlea. Era esposo de Penélope, padre de  Telémaco y hermano mayor de  Ctímene, que sufrieron esperándolo durante veinte años: diez de ellos los había pasado luchando en la guerra de Troya y los otros diez intentando regresar a Ítaca con una serie de problemas y obstáculos que tuvo que enfrentar.

Una tradición asegura que Odiseo fue discípulo, al igual que tantos otros héroes griegos, del centauro Quirón. Lo encontramos en compañía de su abuelo materno Autólico, asistiendo en el monte Parnaso a la cacería de un jabalí que le hiere, dejándole una cicatriz en una rodilla, por la que habría de ser reconocido a su regreso a Ítaca tras la guerra de Troya; acude a Mesenia para reclamar una compensación por el robo de unas ovejas; en Lacedemonia recibe de Ífito a cambio de una espada y una lanza, el arco de Éurito, con el que habrá de matar a los pretendientes; en Éfira intenta, en vano, que Ilo le dé veneno para sus flechas, lo que consigue en Tafos de manos de Anquíalo. Al llegar a la edad viril, Laertes le entrega el reino con todas sus riquezas y Odiseo se encarga de reconstruir su casa. Rico en tierras y en ganado, adquiere fama por su hospitalidad y por su respeto a los dioses, en especial a Zeus y Atenea, diosa ésta que le habría de proteger de continuo. Acudió, atraído por la belleza de Helena, como un pretendiente más al palacio de Tindáreo pero, al darse cuenta de las escasas posibilidades que tenía de conseguirla, decidió solicitar a Penélope, hija de Icario y sobrina de Tindáreo. Para asegurarse la ayuda de éste en tal propósito, le aconsejó que obligase a todos los pretendientes de Helena a jurar que respetarían la elección de ella y que defenderían al elegido contra cualquier agravio, evitando así disputas ulteriores que podrían ser funestas para el propio rey. Este, en compensación, obtuvo para Odiseo la mano de Penélope. En algunas versiones, no obstante, se asegura que Odiseo consiguió a Penélope al vencer en una carrera pedestre.

Siendo todavía niño Telémaco, hijo de Odiseo y Penélope, se produce el rapto de Helena por parte de Paris. Se intenta que los antiguos pretendientes cumplan su juramento, emprendiendo una campaña bajo un mando único, con el fin de conseguir la reparación de tal ultraje. Para evitar la partida, Odiseo finge estar loco cuando recibe la visita de Menelao (el marido de Helena) y Palamedes, que estaban reclutando a los expedicionarios. Este, sin embargo, pone en evidencia la falsedad de tal treta, lo que no habrá de perdonarle jamás el héroe. Se cuenta que Odiseo empezó a arar la arena de una playa y que Palamedes, para demostrar que no estaba loco, colocó al pequeño Telémaco delante de los bueyes y Odiseo tuvo que parar para no matarlo. Antes de partir, aconseja a Penélope que si él muere, se case de nuevo cuando Telémaco alcance la edad viril.

Odiseo interviene activamente en los preparativos de la expedición. Él conseguirá la participación de Aquiles en la empresa, como posteriormente hará con Neoptólemo (el hijo de Aquiles). Alguna versión asegura que Odiseo acompañó a Troya aMenelao antes del inicio de las hostilidades, con el fin de pedir la devolución pacífica de Helena. También en este período desempeña las funciones de embajador de los Atridas.

Guerra de Troya

Las dos naves al frente de las que está Odiseo, quedan varadas en el centro del campamento griego ante Troya. Homero nos relata cómo Odiseo es el encargado de devolver a Criseida a su padre, el sacerdote Crises; cómo frena la desbandada del ejército griego, que no comprende una estratagema de Agamenón; cómo reduce al silencio, a base de golpes, al insolente Tersites: Con Agamenón se encarga de concertar el combate singular entre Paris y Menelao, y con Héctor mide el escenario del mismo. Cuando se reanuda el combate, Odiseo mata, vengando a su amigo Leuco, a Democoonte; en venganza por la muerte de Tlepólemo, mata a varios hombres; posteriormente; más tarde hallamos a Odiseo ofreciéndose para luchar en combate singular con Héctor, aunque no resulta favorecido por el sorteo. Odiseo, junto con Fénix y Áyax, es elegido para acudir ante Aquiles en embajada con el fin de convencerlo de que retorne al combate. Ante el fracaso de esta empresa y, tras un consejo nocturno, Odiseo y Diomedes son comisionados para una misión de espionaje en territorio enemigo, en el curso de la cual matan a Dolón. Tras dar muerte también a Reso, se apoderan de sus caballos antes de que bebiesen del río Janto. En el transcurso del combate que se suscita al día siguiente, Odiseo mata a muchos contrincantes en las batallas. Será Odiseo quien aconseje calma a Aquiles, impaciente por vengar la muerte de su amigo Patroclo, indicándole la conveniencia de que el ejército descanse y recobre fuerzas con la comida.

En los juegos fúnebres en honor de Patroclo, Odiseo iguala en la lucha con Áyax, obteniendo el mismo premio ambos, al suspender el combate Aquiles, al temer por la vida de los héroes. En la carrera, con la ayuda de Atenea, que hace caer a Áyax el Menor, consigue ganar Odiseo, obteniendo como premio una crátera de plata.

Por noticias posteriores a la Ilíada, sabemos que Odiseo es herido en torno a la lucha que se entabla en torno al cadáver de Aquiles, y que es él quien obtiene frente a Áyax las armas del héroe muerto. En estos relatos pasa Odiseo a desempeñar un papel principal. Él es quien captura al vidente Héleno, arrancándole el secreto de que Troya no será conquistada sin el concurso de las flechas de Heracles. Estas armas estaban en poder de Filoctetes, quien por consejo suyo había sido abandonado en la isla de Lemnos tras haber sido mordido por una serpiente (la herida hacía un olor insoportable), consiguió su colaboración desplazándose allí en compañía de Diomedes o de Neoptólemo. Junto con Diomedes entra en Troya disfrazado de mendigo, y consigue robar el Paladio, imagen de Atenea que aseguraba la inexpugnabilidad de la ciudad en tanto estuviese ella dentro. A él, en fin, se le atribuye la idea de construir el caballo de madera en cuyo interior se alojaron treinta guerreros escogidos, mientras los demás simulaban poner fin al asedio, lo que habría de motivar la caída de Troya. A la hora del reparto del botín, a Odiseo le correspondió Hécuba.

El regreso a Itaca

Odiseo pasó veinte años fuera de Ítaca: los diez que duró la guerra de Troya y otros diez años que transcurrieron desde el fin de la guerra hasta su llegada a Ítaca.

Tras partir de Troya, inició el viaje de regreso anclando en el país de los cicones donde saquearon a la ciudad y se llevaron mujeres y bienes como botín. A continuación estuvo en el país de los Lotófagos. Luego estuvo en la isla de los Cíclopes, donde se atrajo la cólera de Poseidón tras dejar ciego al hijo de este dios, Polifemo, quien se comió a algunos de sus compañeros. A continuación llegó a la isla de Eolo, al país de los Lestrigones y a la isla de Circe. Realizó una evocación de los muertos en el país de los Cimerios, donde llegó a conversar con las almas de su madre Anticlea, Heracles, Agamenón y Aquiles, entre otros, y con el adivino ciego Tiresias quien le señaló la peligrosa ruta que debía tomar para retornar a Ítaca. Pasó junto a la isla de las Sirenas y atravesó el peligroso estrecho entre Escila y Caribdis. Tras haber perdido a todos sus compañeros, quienes, a pesar de la advertencia de Tiresias, comieron las vacas que pertenecían al dios Helios y fueron muertos en el océano por Zeus, fue cuando llegó a la isla de Calipso, donde permaneció con ella durante varios años.

Atenea le pide a Zeus la liberación del sufrido héroe. Éste accede a la petición y le pide a Hermes que le envíe un mensaje a Calipso, diciéndole que el destino de Odiseo no era yacer lejos de su hogar, sino que debía volver a reunirse con los suyos. Es entonces cuando llega al país de los Feacios y es conducido por la princesa Nausícaa a presencia de su padre Alcínoo, que finalmente pone a su disposición una nave para que llegue a Ítaca.

Ya en Ítaca, comprueba que su palacio se haya invadido por un numeroso grupo de pretendientes que trataban de casarse con su esposa Penélope y mientras consumían los bienes del palacio. Odiseo accede al palacio disfrazado de mendigo y con ayuda de su hijo Telémaco y del viejo porquerizo Eumeo y del boyero Filetio mata a todos los pretendientes, que son hijos de las mejores familias de Ítaca.

Cuando los padres de los pretendientes muertos pretenden cobrarse venganza en Odiseo y Telémaco, y el viejo Laertes, mata de una lanzada a Eupites, padre de Antinóo, interviene Palas Atenea para poner fin a la lucha y por consejo de Zeus hace que "se olvide la matanza de los hijos y de los hermanos, ámense los unos a los otros, como anteriormente y haya paz y riqueza en gran abundancia". Orden que Odiseo cumplió con gusto.

Odiseo viaja al país de los tesprotos donde acabó casado con la reina Calídice. Pero al morir Calídice, regresó a Ítaca, donde Penélope había dado a luz aPoliportes. Posteriormente Telégono, hijo de Circe y Odiseo, llegó a Ítaca en busca de su padre y mató por error a Odiseo, su padre, pero, tras reconocerlo, se lamentó de lo ocurrido y llevó al cadáver a Penélope junto a Circe. Finalmente Telégono se casa con Penélope su madrastra y Telémaco con la diosa Circe, madre de su hermanastro.

En otras versiones posteriores, se cuenta que Penélope habría sido seducida por alguno de los pretendientes, y Odiseo habría por ello devuelto a Penélope con su padre o incluso la habría matado. En otras versiones, habría sido desterrado por Neoptólemo, el hijo de Aquiles a Etolia, donde moriría a edad avanzada.

TESEO

 

Este es otro de los grandes héroes griegos.  Como ocurre con todos los héroes, su leyenda es muy diversa. A continuación un resumen.

Teseo fue un mítico rey de Atenas, hijo de Etra y Egeo, aunque según otra tradición su padre fue Poseidón, el dios del mar, quien habría abusado de Etra en el templo de Atenea.

Egeo, que no había tenido descendencia con sus otras esposas, consultó al oráculo de Delfos, que le respondió: «No abras tu odre hasta que regreses a Atenas.» Él no comprendió el oráculo pero Piteo, rey de Trecén y padre de Etra, sí lo entendió. Lo que el oráculo había querido decir era que si llegaba a Atenas sin haber tenido relación sexual alguna, la primera mujer con la que yaciera tendría un heredero suyo. Sin embargo, Piteo deseaba que su hija diera a luz al heredero del trono ateniense, así que emborrachó a Egeo, y así hizo que se uniera a Etra.

Tras la concepción de Teseo, Egeo, por temor a los Palántidas, quienes eran sus sobrinos y querían el trono, decidió que su hijo no pasara la niñez con él y escondió su espada y sus sandalias bajo una roca que el niño no debía de poder mover hasta que fuera lo suficientemente fuerte. Así que la infancia de Teseo transcurrió en compañía de su madre y de su abuelo en la ciudad de Trecén. Cuando cumplió los dieciséis años su madre le reveló el secreto de su paternidad y llegado a esta edad, Teseo pudo levantar la piedra, calzarse las sandalias y envainar la espada de su padre e iniciar su viaje a Atenas para ser reconocido como hijo del rey.

Teseo, que desde muy joven había destacado por su fuerza y su valentía, decidió dirigirse a Atenas en solitario para conocer a su progenitor sin temer los peligros que podía entrañar el viaje. Al contrario, deseaba emular las hazañas de su admirado Heracles, a quien le unió una buena amistad.

El primero en experimentar su valor fue Perifetes hijo de Hefesto, el salteador de caminos, que, a pesar de que era cojo, dominaba a la perfección una enorme maza de bronce con la que mataba a los viajeros: la misma maza que tan útil le sería a Teseo en el futuro, pues se quedó con ella tras darle muerte.

Otro de los bandidos a los que debió enfrentarse fue Sinis, el doblador de pinos, que tenía una manera peculiar de deshacerse de sus enemigos: doblaba dos pinos próximos, ataba las copas entre sí y un brazo de su víctima a cada una de ellas. Luego soltaba los árboles que, al enderezarse violentamente, desgarraban el cuerpo del desgraciado. Teseo, después de acabar con Sinis de la misma manera que él acababa a sus víctimas, mantuvo una relación amorosa con su hija Perigune de quien tuvo un hijo: Melanipo.

Después le tocó enfrentarse a Escirón, hijo de Pélope y descendiente de Tántalo, quién obligaba a los viajeros a lavarle los pies en el mar. Luego los arrojaba al mar donde una tortuga al servicio de Hades los devoraba. Teseo se negó y cogiéndolo por los pies lo tiró al mar.

Cerca del pueblo de Eleusis, un bandido llamado Cerción retaba a los viajeros a luchar con él en un duelo desigual y nadie le vencía. Solo Teseo lo hizo, levantándolo y arrojándolo fuertemente contra el suelo.

No lejos de ahí vivía Procustes, un hermoso bandido que tenía el hábito de tomar a los transeúntes para deformarlos. Primero los seducía, y los ataba a la cama y amordazaba; en ella daba entonces comienzo a una atroz tortura. A los altos los metía en una cama pequeña y les cortaba los pies y las manos hasta que cabían. A los más pequeños los metía en una cama grande y los estiraba con las cuerdas y a martillazos. Teseo lo mató de la misma forma en que él mató a sus víctimas: lo sedujo con juegos, lo ató y amordazó en la cama más pequeña, dada su altura. Luego lo torturó con el martillo y le cortó los pies y finalmente la cabeza.

También mató a una cerda llamada Fea, que era una fiera hija de Tifón y Equidna.

Teseo continuó su viaje y llegó a Atenas, pero se encontró con un inconveniente: su padre se había casado con Medea, la que había sido esposa de Jasón. De esta unión había nacido un hijo al que llamaron Medo.

Teseo decidió esperar un poco antes de darse a conocer. Pero Medea, que era una hechicera, lo reconoció y vio en él un peligro para que su hijo accediera al trono de Atenas. Así que trazó un plan. El joven había acudido al palacio de incógnito precisamente para evitar los ardides de su madrastra, lo que aprovechó ésta para convencer a Egeo de que el recién llegado era un traidor. El rey se dispuso entonces a deshacerse de él ordenándole luchar contra el toro de Maratón.

Pero el toro fue derrotado y Teseo fue invitado a un banquete en el palacio para celebrar la victoria. Una vez allí Egeo puso veneno que le había dado Medea en la copa del muchacho pero la casualidad salvó su vida. Teseo había sacado la espada que le dio su madre para cortar la carne. Entonces Egeo reconoció el arma, comprendió lo que ocurría y arrebató a su hijo la copa de los labios. Habiendo fracasado en su empresa, Medea decidió huir con su hijo o fue expulsada por Egeo.

Teseo fue entonces reconocido oficialmente como hijo y sucesor del rey. Este hecho provocó la rebelión de los Palántidas, hijos de Palante que era hermano de Egeo, ya que uno de ellos hubiera sido el sucesor de Egeo en caso de que este no tuviera descendencia. Teseo, haciendo alarde de su astucia militar, consiguió acorralar a sus adversarios y dar muerte a gran parte de ellos, dándose a la fuga los restantes. Teseo fue entonces aclamado por todos los atenienses y reconocido como futuro rey.

Atenas debía enviar un tributo al rey Minos de Creta, que consistía en el sacrificio de siete doncellas y siete jóvenes, que serían devorados por el monstruo Minotauro, y que fue una condición impuesta tras la expedición militar de Minos contra Atenas para vengar la muerte de Androgeo. El minotauro era un monstruo hijo de Pasífae (esposa de Minos) y de un toro de Poseidón.

Teseo se presentó voluntariamente en el tercer envío ante su padre para que le permitiera ser parte de la ofrenda y le dejara acompañar a las víctimas para poder enfrentar al Minotauro.

Las naves en las que iban a viajar las personas ofrendadas llevaba velas negras como señal de luto, pero el rey pidió a Teseo que si regresaba vencedor, no olvidase cambiarlas por velas blancas, para que supiera, aún antes de que llegase a puerto, que estaba vivo. Teseo se lo prometió.

Durante la travesía, Minos, que iba también en la expedición, se enamoró de una joven llamada Eribea o Peribea, según las fuentes. Minos quiso unirse a ella por la fuerza y Teseo se le opuso. En la consiguiente disputa, Minos indicó a Teseo su filiación divina, y obtuvo de su padre Zeus truenos y relámpagos. Teseo replicó que el también tenía filiación divina, puesto que en realidad era hijo de Poseidón. Para probar esta filiación, Teseo tuvo que tirarse al agua y encontrar un anillo de oro que el rey Minos había arrojado al mar. Teseo, en el mar, fue conducido por delfines a presencia de Anfítrite, esposa de Poseidón, que le dio el anillo y una corona.

Al llegar a Creta, la princesa Ariadna, una hija de Minos, se enamoró de él y propuso a Teseo ayudarle a derrotar a su hermano (el Minotauro) a cambio de que se la llevara con él de vuelta a Atenas y la convirtiera en su esposa. Teseo aceptó.

La ayuda de Ariadna consistió en dar a Teseo un ovillo de hilo que éste ató por uno de los extremos a la puerta del laberinto. Otra versión indica que la ayuda de Ariadna consistió en una corona que emitía un resplandor y que le había dado Dioniso como regalo de boda o bien que podría ser la misma corona que le había regalado Anfítrite durante el viaje a Creta.

Así Teseo entró en el laberinto hasta encontrarse con el Minotauro, al que dio muerte a puñetazos. A continuación recogió el hilo y así pudo salir del laberinto e inmediatamente, acompañado por el resto de atenienses y por Ariadna, embarcó de vuelta a Atenas, tras hundir los barcos cretenses para impedir una posible persecución.

Durante el viaje de vuelta Teseo decidió desembarcar en la isla de Naxos o en otra isla llamada Día y de allí volvió a partir sin la presencia de Ariadna. El motivo de este abandono es controvertido: algunas versiones señalan que Teseo la abandonó por su propia voluntad, otros dicen que fue por orden de los dioses para que esta pudiera casarse con Dioniso.

Al ver la galera desde el puerto de El Pireo en Atenas, el rey Egeo vio las velas negras puesto que Teseo había olvidado cambiarlas por velas blancas y, creyendo que su hijo había muerto, se suicidó lanzándose al mar, que a partir de entonces recibió el nombre de mar Egeo.

Teseo, a partir de entonces, heredó el trono de Atenas y años después se casaría con una hermana de Ariadna llamada Fedra.

Después de que Heracles obtuviese en uno de sus doce trabajos el cinturón de la amazona Hipólita, Teseo, que participó en la expedición, secuestró a una amazona llamada Antíope, o bien Menalipa o bien Hipólita. Las amazonas atacaron entonces Atenas para rescatar a la raptada, pero fueron derrotadas por los atenienses, muriendo en algunas versiones la amazona raptada durante el ataque.

Teseo se casó con Antíope, con Menalipa o con Hipólita, teniendo un hijo llamado Hipólito. Pero después terminaría casándose con Fedra, tras haber abandonado a su anterior esposa. En la versión en la que Teseo está casado con Hipólita y la abandona, ésta intentó vengarse llevando a las amazonas a la boda de Teseo y Fedra con la intención de matar a todos, aunque fracasó al ser asesinada por los invitados de Teseo.

Hipólito, el hijo que Teseo había tenido con la amazona, se distinguía por su pasión por la caza y las artes violentas. Veneraba a Artemisa, diosa virgen de la caza, y en cambio detestaba a la diosa del amor Afrodita. La diosa, ofendida por el desprecio del chico suscitó una terrible pasión por el mismo en el corazón de Fedra, que se había convertido en esposa de Teseo y por lo tanto madrastra de Hipólito. Estando Teseo ausente, Fedra se ofreció al casto joven, pero éste la despreció. La mujer, despechada, se ahorcó dejando una nota inculpatoria en la que decía que Hipólito había tratado de violarla. Al regresar Teseo y ver la falsa acusación contra su hijo, cree en ella y clama venganza a Poseidón, que envió un toro que brotó del mar a Hipólito mientras éste cabalgaba en su carro. El carro volcó e Hipólito fue aplastado por sus propios caballos.

En algunas versiones fue en este momento cuando Fedra se suicidó, al ver el mal que había causado.

Pirítoo, un hijo de Día y de Zeus o Ixión, había oído hablar de la fama de Teseo y para comprobarla robó ganado que pertenecía a este último. Cuando Teseo lo persiguió, Pirítoo estaba dispuesto a enfrentarse a él pero antes de ello surgió entre ellos una admiración mutua que hizo que se juraran amistad eterna. Teseo y Pirítoo fueron amigos inseparables, y participaron juntos en hazañas bélicas de su época: participó en la expedición de los Argonautas para conquistar el Vellocino de oro y tomó parte en la caza del jabalí de Calidón, también estuvo en la lucha de los lapitas contra los centauros, que tuvieron lugar en la boda de Pirítoo, cuando los ebrios centauros decidieron raptar a las mujeres.

Decidieron casarse cada uno con una hija de Zeus: Teseo con Helena, que aún era una niña, y Pirítoo con Perséfone. Primero raptaron a Helena y la dejaron bajo la custodia de Etra, y luego decidieron bajar al Hades en busca de Perséfone. Pero el dios Hades les tendió una trampa: les invitó a un banquete y una vez que los tuvo sentados a la mesa, los dejó adheridos a los asientos. Cuando Heracles, en su duodécimo trabajo fue en busca de Cerbero, estando en el Hades, los encontró encadenados. Al ver a Heracles, tendieron sus manos hacia él, como si fuesen a ser resucitados gracias a la fuerza de éste. A Teseo, agarrándolo de la mano, logró alzarlo, pero tuvo que abandonar a Pirítoo ya que, al intentar levantarlo, tembló la tierra, por lo que éste se quedó para siempre en el Hades.

Mientras Teseo estaba en el Hades, los Dióscuros, hermanos de Helena, liberaron a su hermana, se llevaron a Etra, la madre de Teseo, como esclava, hicieron huir a Demofonte y Acamante, los hijos que Teseo había tenido con Fedra, y pusieron en el trono de Atenas a un tal Menesteo.

Después de ser rescatado por Heracles del inframundo, volvió a Atenas, pero fue expulsado de allí por Menesteo y decidió establecerse en Esciros, donde además tenía posesiones. Los habitantes de Esciros lo recibieron aclamándolo, por lo cual Licomedes, rey de la isla, decidió darle muerte. Para ello, hizo que se despeñara desde lo alto de un precipicio.

En otras versiones, la muerte de Teseo fue accidental.

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