Después del terrible enfrentamiento contra Hades, Seiya y los demás despiertan de su inconsciencia y se dan cuenta de que la paz ha vuelto a reinar en el mundo.

Sin embargo, Atenea ya no está en su cuerpo mortal sino que ha pasado a ser una divinidad en el cielo, por lo que los caballeros deciden luchar más e irse cada uno por su lado. Hyoga antes de irse a Siberia les dice a sus amigos: "Do Cvidanja" (que en ruso significa 'adios') y todos se dispersan.

Pasado un tiempo Seiya volvió al orfanato para ver a Miho y tras hablar con ella fue a pasear a la playa para recordar su vida de caballero. Entonces se encuentra a Shun que también se había ido a vivir a japón y juntos rememoran sus combates, pero no los que libraron contra Saga, Poseidón o Hades, sino los que tuvieron entre ellos en el torneo Intergaláctico.

Seiya le pregunta a Shun si sabía donde estaba Ikki y este le contestó que no, pero que confiaba en que estaría bien.

Después se pusieron a hablar de Hyoga y se centraron en las últimas palabras que les dijo antes de marcharse. Seiya estaba triste porque creía que no se iban a reunir nunca más, pero Shun le explicó que a parte de significar adios también significaba "hasta luego". De repente y tras estas palabras deicidieron ir los dos en busca de Atenea.

Al mismo tiempo Hyoga en Siberia no podía desenterrar a su madre del glaciar en el que Camus la había enterrado durante la batalla de las 12 casas y tras desatar muchos ataques contra el ataúd de hielo, se detuvo y decidió voler a Japón, ya que nada podía hacer ya allí.

Shiryu se fue a China junto a Shunrei y un día mientras entrenaba en la catarata de Rozan sintió que él también había de volver a Japón y le dijo a Shunrei que ella debería de cuidar del lugar porque él regresaba junto a Seiya.

Los cuatro caballeros se reunieron de nuevo y se dirigieron a la Fundación Kiddo. Entonces Ikki apareció y se unió a ellos en la búsqueda de Atenea.

Se reunieron todos frente a la estatua de la Diosa y se les apareció Saori como una divinidad y les agradeció todo lo que habían hecho por ella.

Pero que aunque ella ya no estuviera entre los mortales, tendrían que seguir defendiendo la Tierra en su nombre, de las fuerzas del mal, vistiendo las armaduras de oro, ya que no había caballeros de oro por lo que ellos deberían tomar su lugar.Así se convirtieron en los nuevos caballeros de Sagitario, Libra, Acuario, Virgo y Leo.

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